Capítulo #02 del podcast La Senda de las Plantas Perdidas

[~ 10 minutos de lectura]

[Emitido el 018.04.19] | Abrir el podcast en una ventana nueva o Descargar

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La ruda es hierba de sobras conocida (con razón se dice de algo que “es más conocido que la ruda”)

La senda de las plantas perdidas, capítulo 02: Ruta spp.

De olor fuerte y asociaciones lunares, en ciertas regiones le ha quedado fama de hierba mágica, ramillete de brujas.

Y sí, es cierto que posee propiedades medicinales asociadas a la esfera femenina, pero… no terminan ahí sus historias.

Desde su cuna mediterránea, la decena de especies del género Ruta sp. ha conquistado terreno a lo largo de los siglos, y ha ido generando leyendas y costumbres curiosas, que van desde los fogones hasta los remedios anti-basilisco.

Ahí es nada.

Hoy saldremos a los campos en pos de las historias de las rudas para conocerla un poco mejor… ¿te apuntas?

La comadreja es una bestia muy dañosa, y también es dañosa la serpiente, mas cuando la comadreja ha de pelear con ella, cierto es que come primero ruda, y luego con grande confianza va a la batalla, como si fuera cubierta con armas. Y es la razón el olor de la ruda, que es pernicioso para las serpientes. Isidoro dice, que mata también los basiliscos, y que huyen en viéndola.

Francisco Velez de Arciniega,
Historia de los animales mas recebidos en el uso de medicina:
donde se trata para 10 que cada uno entero, o parte del aprovecha,
y de la manera de su preparacion
(1613)

Muy buenas, y muchas gracias por acompañarme en La Senda de las Plantas Perdidas, un podcast donde dar voz a nuestras historias de amor (y desamor) con un reino tan fascinante como esencial: el reino vegetal.

Hoy damos un paso más en el sendero que nos aleja de nuestro pequeño mundo conocido, de la protección benévola de los huertos y los jardines, para adentrarnos en los campos.

Muchos de ellos fueron bosques que pasamos por el hacha para abrir espacios donde cultivar cereales. Sin embargo, su destino no ha estado nunca en nuestras manos, no del todo: las amapolas y los acianos se cuelan en los trigales, los cardos se adueñan de los pastizales… a la mínima que dejes de prestar atención, incluso el campo más ordenado se asilvestra con alegría incontenible.

Campos asilvestrados

Habitante de los campos era, y sigue siendo, la protagonista del capítulo de hoy: la ruda, o mejor dicho, las rudas, pues hay varias especies a tener en cuenta, todas del género Ruta. Todas de un color verde-azulado, todas con flores amarillas, generalmente de cuatro pétalos.

La firma de identidad de una ruda es su peculiar olor: dicho finamente, las rudas huelen fuerte, y huelen más bien mal.

Ruta graveolens, ruda de huerto
De hecho, la especie más cultivada en Europa se llama Ruta graveolens, siendo graveolens una referencia a su aroma…

Esta característica puede parecerte una minucia sin importancia, pero en realidad el olor ha sido un rasgo culturalmente muy importante. Un olor fuerte y con carácter no sólo puede salvarte de muchas conversaciones de compromiso más o menos aburridas: puede espantar males naturales, e incluso sobrenaturales.

En el caso de la ruda, su olor (y, asociado a éste, su sabor también) se consideraba un estupendo espantador del mal natural más temido en la antigüedad: las serpientes —y, por extensión, un remedio anti-veneno a prueba de bombas.

De hecho, una de las cosas que aún recuerdo de cuando escribía La Invención del Reino Vegetal es la receta de Plinio el Viejo, romano enciclopédico donde los haya, para salvar el pellejo de cualquier intento de envenenamiento:

A todo aquel que esté preocupado por un envenenamiento inminente, sírvale de consuelo saber que todo puede arreglarse gracias al previsor Mitrídates el Grande: dos nueces secas, dos higos, y veinte hojas de ruda machacadas con un pellizco de sal, y la inmunidad a cualquier veneno está asegurada —pero sólo durante un día, ojo.

No sé si hay una relación causal entre las dos cosas, pero es curioso que en la antigüedad romana, una sociedad donde precisamente existía una cierta paranoia (más o menos justificada) con el tema de los envenenamientos, se pusiese de moda emplear ruda como condimento en las comidas (en cantidades moderadas)… ¿casualidad?

Ahora bien, incluso entonces te aconsejaban que mejor no exagerar, en primer lugar porque sabe como huele: fuerte, y amargo. El segundo motivo, en cambio, te lo cuento en un rato…

Grabado con basilisco, comadreja y ruda (?)
Ea, ahí tienes a una especie de basilisco (y/o cocatriz… es complicado) en un grabado de Wenceslaus Hollar (de aprox. 1644c. 1652, Y la comadreja. Con un cinturón-armadura de ruda, supongo. Al basilisco (que, como ves, es casi más gallina que serpiente), no le hace gracia… La imagen está sacada del Royal Collection Trust, aquí.

Que yo sepa, no se han realizado estudios que pongan a prueba este supuesto superpoder de la ruda a la hora de tratar a envenenados (en otras plantas sí), o que hayan investigado de modo sistemático la antipatía de las serpientes hacia esta planta. A las comadrejas dudo que alguien les haya preguntado (que la mala fama de las comadrejas es otra cosa curiosa, como el tema de las musarañas… pero ahí no vamos a meternos hoy). Y a los basiliscos, menos.

Es una pena que nadie se lo contase a JK Rowling; hubiese estado genial darle un brote de ruda a Harry en la Cámara de los Secretos, en lugar de tanto fénix y tanta mandrágora*… pero bueno, nadie es perfecto.

*Quien sí lo recoge al pie de la letra es el naturalista Gerald Durrell en su novela juvenil El paquete parlante, ¡y con comadrejas y todo!

La ruda sí es más o menos eficaz contra animales menos imponentes, pero más fastidiosos y comunes, como algunos insectos: piojos, mosquitos, abejas, y así. Ello ha quedado reflejado en sus nombres comunes, pues en algunos idiomas se la llama hierba piojera.

Sin embargo, la ruda ha tenido incluso más fama como “medicina de mujeres”, para regular asuntos ligados al aparato reproductor femenino.

En algunas lenguas la llaman hierba de brujas, por su asociación con el mundo lunar, la sangre menstrual, y esas cosas que taanto «entusiasman» al mal llamado sexo fuerte.

Porque las rudas tienen la habilidad de hacer fluir, activar, remover y expulsar: provocan la regla, desatan el parto, expulsan la placenta… y si la empleas cuando estás embarazada, lo que fluirá será el feto. Y, si no vas con cuidado, tu vida también fluirá detrás.

Ruta chalepensis, ruda común
Ruta chalepensis; observa los bordes de los pétalos, deshilachados en finas lacínias…

De hecho, aunque estas plantas no estaban presentes en América antes de la llegada de los colonos europeos, la ruda (sobre todo R. chalepensis) es hoy común en muchos huertos y boticas hispanoamericanas, y es la más empleada para provocar abortos caseros, con consecuencias a menudo muy poco placenteras.

Porque la ruda no sólo aleja los venenos: puede ser, ella misma, un veneno, y por ello está desaconsejadísimo su empleo interno como planta medicinal, en plan “vamos a prepararnos una infusión a las bravas y a ver qué pasa…”.

Como que mejor no.

Su empleo como amuleto protector externo, en cambio, está exento de contraindicaciones médicas y tiene una larga tradición en prácticamente todo el Mediterráneo.

Pues recordarás que la ruda no sólo espanta males naturales, sino también sobrenaturales, y aunque no suelas tropezarte con basiliscos mientras vas a hacer la compra, las miradas envidiosas de las vecinas tampoco son del todo inocuas —o eso dicen quienes creen en el mal de ojo. Antiguamente los aojamientos, los embrujos y los espíritus malos que se te colaban en casa para chafarte la fiesta estaban a la orden del día. Y, si a las comadrejas les sirve la ruda como armadura, ¿por qué no a los humanos?

La ruda no es ni de lejos la única planta que aparece en rituales y objetos apotropaicos oséase, pensados para proteger al portador de males “sobrenaturales”, pero sí una de las más frecuentes en tierras ibéricas, y en el Mediterráneo más en general.

Otro aspecto lunar interesante de las rudas es que la tradición ibérica recomienda recogerla de noche. ¿Simple superstición sin fundamento?

En este caso, no del todo: las rudas sintetizan unos compuestos llamados furanocumarinas, que pueden provocar fotosensibilidad*.

*Es decir, que estos compuestos en contacto con la piel, y posteriormente expuestos a la luz solar, pueden provocar reacciones alérgicas, dermatitis, irritaciones y demás… que no son experiencias muy recomendables.

Como apunte curioso, comentar que no son las únicas ni mucho menos: por ejemplo, dentro de la familia botánica a la que las rudas dan nombre, las rutáceas, viven unos conocidos nuestros muy queridos y apreciados, los cítricos, cuya piel posee aceites esenciales que también provocan reacciones de fotosensibilidad. De hecho, embadurnarse con una crema que tenga aceite esencial de limón en cantidad y luego ponerse al sol es una mala idea.

(No te pasará nada por comer naranjas o limones —bueno, si comes limones supongo que sí: que se te agriará el día…—, el problema está en los aceites de su flavedo o piel externa, no en el interior.)

¿Recuerdas que al principio te conté que hay varias especies de ruda? Entre 9 y 11, para ser más exactos. Los dominios de algunas son pequeñitos (como la ruda corsa, que vive silvestre casi sólo en Córcega), los de otras son más grandes.

En tierras ibéricas enraízan la ruda de huerto, R. graveolens; la ruda que mejor conozco yo, la R. chalepensis; y luego tenemos  a las dos rudas de hojas estrechas y aspecto más deshilachado, R. angustifolia y R. montana. De todas ellas, la que menos se emplea es la montana, y —mira tú por dónde— es la que parece tener mayor cantidad de furanocumarinas.

Aunque hemos tenido tendencia a emplearlas de forma intercambiable según se nos pusiesen a tiro, llamándolas a todas ruda, sus libros de recetas bioquímicas son ligeramente distintos entre ellos, así que sus propiedades no son del todo clavadas.

Podrás también tropezarte con menciones a la ruda siria, pero ojo: se trata de una planta distinta, que pertenece a otra familia y tiene otras propiedades (aunque, curiosamente, en su nombre científico, Peganum harmala se le quedase la palabra que los griegos empleaban para hablar de la ruda original: la llamaban peganon, precisamente por aquello de que hace fluir…).

Peganum harmala, alharma

Otro nombre para la ruda siria es alharma, y es una planta interesantísima a la que también tengo especial cariño; de hecho sale ilustrada en el álbum de botánica y cuentos de hadas,  Cuéntame, Sésamo, en correspondencia con el cuento de Alí Babá y los Cuarenta Ladrones: de ahí puedes deducir que la alharma tenga una relación especial no sólo con Siria, sino con toda el área cultural que va desde Irán hasta el Magreb.

Pero no conviene confundirla ni arrejuntarla con las rudas, por mucho que su nombre común la acerque a las hermanas Ruta.

Y hasta aquí nos ha llevado la senda de hoy… pero antes de dejarte —y aun a riesgo de alargarme demasiado— quiero contarte una última cosa, pues me arrepentiría de no haberlo hecho… exacto:

¿de dónde sale la conexión simbólica entre la ruda y el arrepentimiento?

Esta fue una de las pistas que te di [al final del anterior capítulo] para adivinar su identidad, aunque era difícil si no hablas inglés. Pues al llegar la ruda a los países anglosajones, su nombre se transformó en rue; y esta palabra es también un verbo, to rue, que significa “sentir tristeza por algo”, “arrepentirse de algo” —pero arrepentirse amargamente.

Podrías pensar que la planta amarga se convirtió en verbo amargado, pero en realidad parece que hubo una convergencia lingüística sensacional [a partir de dos raíces lingüísticas distintas], en la que la planta y el tono emocional del verbo coinciden a la perfección, por lo que la simbología de la ruda codificada en los diccionarios de floriografía del s. XIX no pudo ser otra que, precisamente, arrepentimiento.

Y ahora sí me despido, recordándote que: nada de frotarte ruda por encima, nada de comerla al tuntún, y que colgaré fotos y más información sobre estas hermanas en redes, donde puedes encontrarme como @ainaserice.

[Estos enlaces te llevan a mi perfil en Facebook y en Instagram. Si quieres entretenerte buscando, tengo varias cosas sobre las rudas, incluso sobre la alharma o ruda siria… y, como es natural, Ruta también aparece en el Libro de las plantas olvidadas ;)]

La próxima planta de la que te hablaré enraíza al borde de un linde importante que deberemos atravesar antes de adentrarnos en el mundo umbroso y extraño que hay más allá.

Para ello nos descalzaremos y nos adentraremos en aguas poco profundas, a la sombra de la futura protagonista… y ahí tienes dos pistas bastante grandes.

La tercera es: el puente Rialto.

La cuarta: negro.

Y la quinta: sangre.

Y dicho esto, no me queda más que dar las gracias a las formidables rudas, agradecerte a ti la compañía, desearte un feliz día…

¡y que la clorofila te acompañe!

Logo del podcast La senda de las plantas perdidas

{Agradecimientos especiales a: Cristina Llabrés y Evaristo Pons por la preciosa música :D}

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10 comentarios en “Cómo espantar serpientes y brujas rudamente: Ruta spp.

  1. Hola linda, hoy en mi descanso para café me he puesto a leerte porque las rudas me interesan mucho, ya que es uno de los grupos que estoy estudiando a nivel molecular. En Canarias existen (de momento) 3 rudas endémicas (Ruta oreojasme, R. pinnata y R. microcarpa) que se distribuyen en únicamente 3 de nuestras 7 islas principales. Nuestros resultados (a punto de publicarse) muestran que existe una diversidad críptica que puede implicar el reconocimiento de al menos una subespecie nueva para la isla de La Palma y la paleoisla de Anaga en Tenerife. Además, para las poblaciones de La Gomera nos hemos encontrado un resultado inesperado que nos ha llevado incluso a tener que rebuscar «entre los papeles» de Sventenius que fue quien describió esta especie gomera. En fin, no me enrollo más . un beso enorme

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    1. Ostras, ni idea tenía de que estuvieses trabajando con ellas! Me encantan estas oportunidades de mezclar lo «viejo» (papeles de Sventenius, wow…) con lo nuevo… ¡Avisa en cuanto esté publicado! Según y cómo, además, eso querrá decir que las colecciones deberán revisarse para estar seguros de que se captura la mayor proporción de diversidad posible, ¿no? Conservación al poder ;D
      Beso grande y muchas gracias!!

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