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Al son de: Luar na Lubre, Chove en Santiago
Tras unos cuantos días en el Camino de Santiago (fantástica experiencia, por cierto), uno observa que los vegetales, aunque presentes, no han llegado a “oficializarse” como símbolo asociado al Camino.
La vieira, sí; las flechas amarillas, también.
Pero, ¿y la calabaza de beber? (Lagenaria siceraria (Molina) Standl., o jícaro/a, para los amigos).
Ahí están las pobres, colgadas del extremo de bastones (o atadas a mochilas), pasando mucho más desapercibidas. Y eso que, en según qué etapas y/o épocas del año, debía de agradecerse muchísimo su ayuda, siendo infinitamente más útiles que las conchas de peregrino (más que las flechas, eso ya no…). Pues servían como cantimploras. Seguir leyendo