Elogio de la Rosa

Simbología y cultivo de la rosa en Occidente: una introducción

[~ 11 minutos de lectura]

Al son de: Ludovico Einaudi, Bye Bye, Mon Amour

“Eh bien! mon cher père, lui dit-elle, puisque vous me l’ordonnez,
je vous supplie de m’apporter une Rose. J’aime cette fleur avec passion:

depuis que je suis dans cette solitude,
je n’ai pas eu la satisfaction d’en voir une seule.

— Belle, en   La Belle et la Bête (Contes de Madame de Villeneuve, 1765)

I. Sub Rosa

Las rosas han florecido en mi vida hace poco, muy poco.

Si hace dos años me hubieses dicho que acumularía la improbable cifra de 1462 fotografías de rosas en mi ordenador, te habría lanzado una mirada de profundo e incrédulo escepticismo.

¿rosas? Bah.

Demasiado común para interesarme.

Como amante de los espacios poco concurridos y de los caminos no trillados, los afectos corrientes no me atraen. A mí me llama lo raro, lo que queda en los bordes de la memoria, lo que ha empezado a caer en el olvido. A mí dame olíbano, dame alheña, dame relojes de incienso, dame jícaras de peregrino.

Sobre la rosa del principito y las de San Valentín… oiga, ya hay tropecientas mil personas hablando del tema; yo no tengo nada que decir.

… pero son bellas, ¿no? 

Pues sí, lo son. Pero no más que otras muchas flores.

No fueron sus encantos visuales los que hicieron por fin nacer el romance entre las chicas del género Rosa y yo. Primero, fue su historia cultural (de ello he hablado un poquito aquí).

Y luego fue su perfume… o, mejor dicho: suS perfumeS. Seguir leyendo

Historias de Rosas de la China

(O, un hallazgo con mucha historia ornamental)

[~ 7 minutos de lectura]

Al son de: Ana Alcaide, En el Jardín de la Reina

Las rosas de un biólogo corriente, las que clasifica en el laboratorio de botánica, son mucho más sosas que las de cualquier jardín.

Para empezar, tienen sólo cinco pétalos.

Qué es eso de capullos que parecen faldas de cancán arrugadas, no señor: las rosas de verdad, las silvestres con que te tropiezas en el campo, tienen cinco nada más. Todo lo demás es extravagancia emperifollada.

Rosa canina, escaramujo silvestre con cinco pétalos
¿Ves? Cinco nada más. Este es un escaramujo silvestre (R. canina).

Lo que sucede es que tal “extravagancia emperifollada”, a día de hoy, supone quizás el 90% de los tipos* de rosa que existen.

* No especies, ojo; pero sí híbridos, variedades, o cultivares.

Por alguna preferencia estética humana que aflora allí donde ha surgido la apreciación por las flores, los pétalos con que venían de serie nos han parecido pocos, y hemos querido multiplicarlos ad infinitum, al menos en aquellas flores con simetría radial, como las rosas, los claveles (otros que también tienen 5 pétalos en su versión estándar), las peonías (otra qué tal), o incluso los lotos (¡Sí! También ellos, también). Seguir leyendo