Capítulo #18 del podcast La Senda de las Plantas Perdidas
[~ 17 minutos de lectura]
[Emitido el 27.02.20] | Abrir el podcast en una ventana nueva o Descargar
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Como dioses arcaicos de panteones olvidados, suplantados por divinidades más jóvenes, los vetustos cidros sobreviven en los resquicios de nuestra memoria.
(Pero resquicios frescos, bien regados y de clima suave, que son árboles un poco señoritos…)
El aspecto de sus frutos tiene un deje jurásico, de saurio extinto; su pulpa, la acidez de un limón superlativo; su perfume, en cambio, le ha valido el aprecio de todas las culturas que lo han conocido, desde su India (y China) natal hasta el Mediterráneo antiguo y más allá.
Hemos aprendido a cultivarlo, a endulzarlo, a consumirlo e incluso a convertirlo en fruto de enorme (¿e improbable?) trascendencia ritual y religiosa.
Hemos aprendido muchas cosas sobre los cidros… que estamos olvidando.
¿Le ponemos remedio?